El amor es extraño, la historia sobre una pareja de gays recién casados que tienen que reinterpretar su vida tras un desafortunado despido, se estrena este viernes 7 de septiembre en los cines de nuestro país. Ira Sachs, cineasta nacido en Memphis, es el padre de esta obra cinematográfica. Aprovechando el inminente debut en salas de su película, ha querido compartir un momento con Cine Maldito en la librería 8½ de Madrid. A esta charla se han sumado nuestros compañeros de Fusion Freak, Inforadio y El baúl de Kubrick.
Me gustaría saber por qué el amor es extraño cuando en la película no llega a ser extraño, es más bien difícil
Digo que el amor es extraño en el sentido shakesperiano de la palabra. Para Shakespeare, el amor era mágico. También por el hecho de que nunca acabamos de entender plenamente el amor. Cuando somos jóvenes, significa algo, como somos adultos significa otra cosa, y cuando somos más mayores, también significa otra cosa.
Me ha sorprendido mucho que en EEUU haya recibido la calificación para mayores de 17 años. ¿A qué es debido?
A tres “fuck” y dos “motherfucker”. Aparentemente fue por esto, pero realmente fue por una especie de censura, lo que significa que no llega a todo el público que podría alcanzar.
Quería preguntarte por la química entre Alfred Molina y John Lithgow. ¿Fue difícil de conseguir? ¿Cómo lo logró?
La verdad es que ambos se conocen desde hace 20 años. Pero creo que lo importante comienza con el guión, que sea lo bastante fuerte como para aportar una estructura sobre la que trabajar. Además de esto, son dos hombres que han trabajado mucho en el teatro. Son actores a los que habitualmente se les pide ser poderosos, pero aquí son más naturales en su interpretación. También está el hecho de que los dos llevan 30 años casados con sus respectivas mujeres.
El despido de George parece que no es más que una excusa para mostrarnos otra serie de temas. ¿Por qué ir a través de ese camino y no profundizar en el hecho de que es despedido por sus preferencias sexuales?
Bueno, en realidad ese incidente es como el pistoletazo de salida, lo que impulsa a la película. Pero a mí lo que me interesa enseñar es qué tiene una relación tras 40 años de convivencia, si es capaz de sobrevivir a la adversidad, seguir queriéndose a pesar de ello. Eso ocurrió mucho en el cine estadounidense de los años 30, el llamado género del «remarry», con películas como Sucedió una noche (It Happened One Night, Frank Capra), Las tres noches de Eva (The Lady Eve, Preston Sturges) o Un marido rico (The Palm Beach Story, Preston Sturges), sobre una pareja que se separa, luego se encuentran y no saben si volverán juntos. Eso es lo que me interesa. Otro ejemplo podría ser Titanic. ¿Cuenta la historia del barco que se hunde o de dos personas que se aman profundamente? Creo que depende mucho del momento en el que la película está situada. Aquí lo que se muestra realmente es el amor entre dos hombres y la comunidad que les rodea, que ve lo que les ocurre. Hace 20 años esto no hubiera sido así, sino que se hubiera tratado directamente la sexualidad de la pareja. En la historia, cada vez que se realiza un avance, se da un pequeño paso atrás, pero este paso atrás es más pequeño que el progreso, por lo que realmente estamos avanzando, y eso es lo que muestra esta película.
Acerca del despido de George, ¿cuándo se recurre al tema de la Iglesia es simplemente para dar sentido a la historia o es una crítica?
No es la misión de esta película, pero desde luego que soy crítico con la Iglesia por su forma de ver la homosexualidad, realmente es pura hipocresía. Pero ese es un tema enorme, son 2.000 años de problemas, no es lo que pretendo tratar aquí.
Quería saber si escribiendo el guión ya pensabas en los actores que iban a interpretar a los personajes
No, realmente no lo hago. Cuando escribo un guión, me baso más en mis experiencias personales, en gente que he conocido. Por ejemplo, me inspiró la historia del hombre que vivía con mi tío-abuelo, un escritor que a los 98 años decidió esculpir un hombre con un macuto en la espalda. Murió a los 99 y la obra quedó inacabada. Pero me inspiró mucho porque atreverse a ir a lo desconocido con semejante edad es algo que valoro.
¿Qué expectativas de audiencia tienes aquí en España, crees que la va a ver más gente homosexual que heterosexual? ¿Cómo ha funcionado en EEUU?
En EEUU ha ido muy bien, la verdad, y ha estado bastante tiempo en cartel, cosa que no esperábamos. Ha tenido un público muy mixto, aunque también al estar calificada R, mayores de 17, hacía que los menores tuvieran que ir acompañados por los padres. Pero ha ido muy bien. También es una película que va mucho con el boca a oreja. Creo que aquí en España también irá al cine un público muy mixto. Creo asimismo que la gente está un poco cansada de ver películas grandes que se van haciendo pequeñas: naves especiales, asesinos en serie… Y en esta película intento ser desde el principio muy intimista, y creo que eso quizá la hace más grande.
A diferencia de tu anterior película, Keeps the Lights On, que era mucho más oscura, tratando temas como drogas, alcohol y sexo, en El amor es extraño aportas un punto de vista más esperanzador, incluso desde el punto de vista formal. ¿No es así?
Es verdad que hago un cine muy personal, y eso me gusta. Ahora bien, eso no significa que se deba notar. Ojalá que no sea así. Keeps the Lights On es una película muy autobiográfica que hice en un momento muy diferente del de ahora, por eso no era tan esperanzadora y por eso también es tan diferente, porque ahora estoy en un momento muy lleno de esperanzas.
En cierta manera, El amor es extraño es la segunda parte de una trilogía sobre Nueva York. ¿Cómo será la tercera parte?
Se llamará Thank you for Being Honest. Es una película sobre dos chavales que se hacen mejores amigos, mientras que sus respectivos padres están peleados sobre una propiedad. Por este motivo, los chavales deciden dejar de hablar a sus padres. Se ponen en huelga ante ellos, en cierto modo.
