Phoenix (Christian Petzold)

Phoenix-1

Muchos son los directores que se nutren de su actor fetiche a la hora de filmar ya sea por su cercanía o por la facilidad que ello supone para involucrarse en un papel protagonista determinado. El alemán Christian Petzold tiene claro con quien contar: Nina Hoss, a la cual podemos ver en otras de sus cintas como Yella (2007) o Bárbara (2012), da vida a Nelly en esta cinta que se estrena en nuestros cines, Phoenix. Reconocida con el premio FIPRESCI en la anterior edición del Festival de San Sebastián, el título que nos ocupa se carga de mucho simbolismo e interpretación, siendo el más destacable el de la protagonista vista como el ave fénix que renace de sus cenizas.

Phoenix se sitúa en la ciudad de Berlín de 1945. El contexto histórico queda perfectamente reflejado gracias a la utilización de edificios destruidos y carreteras llenas de escombros de una ciudad que muestra lo que fue y en lo que se ha convertido. El pretexto simplemente es el período de posguerra y el nazismo, para pasar a mostrarnos las devastadoras consecuencias centrándose en la figura de Nelly, superviviente de Auschwitz que regresa a su ciudad natal con la cara completamente desfigurada debido a las torturas y salvajadas que allí experimentó. Un rostro cubierto de vendajes y un cuerpo molido a palos, recuerda a la Elena Anaya de Almodóvar en La piel que habito (2011), buscará ayuda en la figura de su amiga Lene (Nina Kunzendorf), la cual le recomendará acudir a un cirujano de rango que le reconstruirá la tez para llegar a parecerse lo más cercanamente posible a lo que fue antaño. Tras pasar el período de recuperación, Nelly decidirá buscar al que fuera el amor de su vida, Johnny (interpretado por Ronald Zehrfeld), y así poder rehacer su vida junto a una de las pocas personas de su entorno que aún quedan con vida. El problema y dilema de la película comienza en el momento en el que quien fuera su marido no llega a reconocerla, pues simplemente ve a la mujer que tiene delante como un reflejo vago de lo que fue su esposa, por lo que le propone hacerse pasar por su mujer, a la cual cree muerta. Evidentemente la protagonista aceptará el reto e interpretará su propio papel.

Phoenix-2

Este galimatías, aunque parezca que no a simple vista, cobra sentido dentro del argumento. Sin embargo, el mensaje de Phoenix viene dado de la mano de la protagonista, quien tendrá que hacer frente a la vida con las (asombrosas escasas) cicatrices faciales y psíquicas, debido a su transformación física, donde juega un papel importante un vestido rojo que llevará, destacando con el triste paisaje gris de Berlín, y representando al pájaro de fuego con una fuerza, elegancia y entereza únicas. No obstante, existen muchos cabos sueltos y fosos oscuros que hace chirriar los dientes a medida que el filme avanza. Podríamos estar hablando de un intento de querer hacer algo importante, nuevo y significativo pero, sin embargo, Petzold cae en el tedio con unos personajes que están muertos en vida.

Es inevitable que no se proyecte en la mente del espectador la cuestión sobre cuál sería su propia reacción si, de repente, uno mismo se encontrase frente al espejo con un rostro que no es el suyo. El shock sería notable, por no decir de matrícula de honor, y esto es algo que la película no muestra en absoluto, pues pasa sin más pena que gloria. Para más inri el alter-ego masculino de la protagonista termina convirtiéndose en un hombre despreciable sin carisma alguno, no llegando a comprender la inutilidad que muestra a la hora de no reconocer en ningún aspecto a la mujer que tiene delante de sus ojos durante toda la película. Por ello, convierte el argumento en un alegato vago, con poca credibilidad, de un asunto político-social que podría haberse convertido en algo excepcional dadas las premisas, pero que queda en una simple intentona.

Aun así, nos quedamos con el final en el que sobran las palabras para dejar paso al silencio, el cual inunda también la sala de cine y ensalza los vaivenes que el ave fénix da a lo largo de todo su vuelo.

PHOENIX 2013

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *