Diez películas para perderse en Sitges

Es un hecho, esta mañana medio continente ha madrugado para reservar las primeras entradas de Sitges y aunque ahora ese lugar sea algo parecido a banderines estelares ondeando en calles solitarias como un día más, para nosotros ya ha comenzado el Festival.

Pero muchos se siguen preguntando lo mismo, ¿qué veo este año en Sitges? Para gustos colores, dicen, pero para posibilidades las infinitas que nos ofrece Angel Sala, siempre al límite de la desesperación por no poder abarcar todo lo que quisiéramos. Así que, aunque no sea una fan de las listas ni del orden, demasiado caótico sería comentar las secciones para mí. Me atrevo. Hay diez cosas que no me pienso perder:

La autopsia de Jane Doe

La autopsia de Jane Doe: André Øvredal vuelve al festival y se deja de trolls gigantes para abrir en canal un joven cuerpo. Padre e hijo se aventuran a descubrir lo que esa incógnita postrada en una cama metálica oculta. Lo bueno es que quien no se convenza con la operación querrá pedir un cuchillo para cortar la tensión, algo que los noruegos manejan a la perfección.

Trash Fire: Richard Bates Jr. nos ofreció hace unos años ese baño de sangre llamado Excision. Fin. Lo cierto es que nadie necesitaría más datos para elegirla si habéis disfrutado de su anterior film, pero volver a ver la disfuncionalidad familiar ante la futura llegada de un nuevo miembro en sus manos debe ser divertido y desconcertante a un tiempo.

Prevenge: Sé que hay vida tras la sección Noves Visions, pero las películas de embarazadas abundan este año, donde más que un homenaje a Star Trek debería serlo para las maternidades complejas (al fin y al cabo el festival abre sus puertas con Inside). En plena lucha en la lista con Shelley, que propone una atmósfera desasosegante, Prevenge es el debut de la actriz Alice Lowe (todos la recordamos en Turistas) y su instinto killer impuesto por su futuro estado de mamá es muy atractivo.

Let me make you a martyr

Let me Make You a Martyr: Más familia, la familia siempre vende. Aunque la cabeza visible del proyecto sea que Marilyn Manson es un asesino a sueldo, lo cierto es que su aspecto negrísimo y una combinación de planes imposibles le dan un toque de calma al festival donde encontrar en el thriller algo del ritmo videoclipero (sus directores Corey Asraf y John Swab saben mucho de esto).

Grave (Crudo): Carne, cómo evitar comer carne, qué difícil caer en la tentación. Una novata en la escuela veterinaria que ignora sus convicciones veganas. Todo lo que salga de aquí sólo puede estar salpicado de sangre o perturbación y Julia Ducournau tiene el beneplácito de Sala y las ambulancias. Pero las ganas vienen desde que conocemos su existencia.

Tenemos la carne

Tenemos la carne: Carne + vientres maternos + familia. Sigamos con la temática, porque esta propuesta mexicana lo tiene todo. Además de un trailer donde el color colisiona con la extrañeza en un futuro post-apocalíptico, donde el sexo y las formas del habitáculo donde se practica nos hará aspirar un aire malsano en el debut de Emiliano Rocha Minter.

31: Tres menos uno igual a dos. Seguro que en los libros sobre la cábala tiene todo esto algún significado, pero para mí significa la vuelta de Rob Zombie (la segunda que veré en el festival). En realidad mi vuelta al mismo viene propiciada por su retorno, además, tengo una cuenta pendiente con los payasos, así que igual me paso la película sentada en el suelo, pero este es un must see (junto a Nicolas Winding Refn).

Three: Puesto a hablar de directores consagrados, nos vamos con el de las latas de Red Bull voladoras (una bebida muy celebrada entre los asistentes de estas interminables sesiones de cine). Entre las miles de ofertas de cine oriental —con cierta predilección por la veteranía— me quedo con Johnnie To y un tenso juego del gato y el ratón (con tres puntos de vista) dentro de un hospital. Antes de verla cualquiera puede adivinar que cumplirá con cualquier expectativa.

The Void

The Void: No son zombies, pero las vísceras se enganchan a esto de promover el pánico en hospitales. Steven Kostanski y Jeremy Gillespie proponen algo Carpenteriano (al menos así nos la venden) pero es ver a los médicos con máscaras triangulares a lo secta inquietante y claro, aceptas la venta.

Mon ange: ¿Qué sería de nosotros sin la selección fantástica y los fenómenos? Algo de vampiros caerá (hola The Transfiguration) pero me centro ahora en los seres invisibles de esta co-producción franco-belga —belgas ¡bien!— donde la no comparecencia es un lujo mientras la interlocutora no vea. Eso cambiará, y seguro que lo que sigue es digno de (no) ver.

Hay muchas más, por supuesto, pero esta es mi recopilación a horas (pronto las contaremos con los dedos) del comienzo de esta 49 edición del Festival de Sitges, y mientras nos preparamos para las lluvias, las colas y las exaltaciones a base de aplausos y abucheos, nos queda con soñar con lo que nos viene encima.

Feliz Festival.

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