Sonita (Rokhsareh Ghaem Maghami)

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Afganistán actualmente es un país confinado en una sociedad medieval, donde no hay leyes, ni justicias más allá de la que dicta el Corán. Según diferentes ONGs en Afganistán entre el 60% y 80% de las mujeres son obligadas a contraer matrimonio. Pero esto no es todo; ocho de cada diez mujeres son violadas por algún miembro de su familia, están obligadas a usar el burka o el hiyab y el 95% de ellas no pueden estudiar existiendo un 85% de analfabetismo. Aunque no siempre fue así, ya que entre los años setenta y ochenta en Afganistán se dictaron leyes que mejoraron en cierta medida, las condiciones de la mujer. Pero el surgimiento de grupos islamistas —financiados y armados por EEUU, a la vez que respaldados por la prensa occidental,que retrataba en los años 90 a personajes como Bin Laden como un héroe de la libertad o las películas de Hollywood como Rambo que reflejaban a los islamistas como luchadores por la libertad— llevo de vuelta a Afganistán al medievo en una guerra eterna, donde las mujeres son las principales víctimas.

En esta edición de DocumentaMadrid se otorgó el premio especial del jurado a The Land of the Enlightened que ya reseñamos anteriormente, centrada en la guerra de Afganistán. Pero también obtuvo el premio del público el largometraje Sonita de Rokhsareh Ghaem Maghami que conseguía una puntuación de 9,01 sobre 10. En esta obra la directora centra su mirada en la situación de la mujer (aunque hay una continua presencia de la guerra), en especial, sobre Sonita Alizadeh, es una joven afgana de 18 años que emigra hacía Irán buscando una vida mejor, alejarse de la guerra y poder estudiar. La directora iraní conoce a Sonita en un centro de refugiados de Teherán, donde se busca la vida. El documental comienza desde un punto de vista observacional, donde poco a poco se introduce al espectador en los deseo y miedos de la protagonista, sentimos: su ambición por llegar a ser una gran artista de rap, sus deseos de libertad y su miedo a la tradición de su país.

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Aunque la vida en Irán es algo mejor para Sonita que en Afganistán, las condiciones de vida para las mujeres siguen siendo muy duras, más si eres una inmigrante sin papeles, como es el caso de la protagonista. Su sueño es cantar, incluso forma un grupo con un amigo, pero les es casi imposible encontrar algún estudio que acepte producirles, ya que no tienen un permiso del gobierno para que una mujer pueda cante. La familia de Sonita quiere venderla en matrimonio para obtener 9.000 dolares que es lo que necesitan para que su hermano pueda casarse. En Afganistán existe la tradición de vender a las hijas a un hombre para que se casen y con el dinero que obtiene la familia, pagan una mujer para su hijo. El colegio en Irán donde estudia Sonita y el equipo del documental intentan convencer a la madre para que entre en razón y dejen a su hija seguir su vida en Irán. Pero no lo permiten, necesitan el dinero y la única opción que queda para que Sonita pueda seguir 6 meses más en Irán es que paguen 2.000 dólares.

El equipo del documental ayuda a Sonita a realizar un videoclip, para intentar ayudarla a cumplir su sueño de dedicarse a la música. «Novias en venta» será su primera canción grabada (que podéis escuchar aquí) la rabia que desprende en cada verso cobra más fuerza tras conocer la historia de esta joven. En la tensión narrativa generada por el futuro inminente de un matrimonio, Rokhsareh Ghaem Maghami tiene un conflicto consigo misma sobre el papel del cineasta ¿tomar distancia o volverse un sujeto activo de la historia? En alguna ocasión, esta disyuntiva de la cineasta resulta forzada y anti-natural, lo que podría llevarnos a pensar que no fue una decisión espontanea la intervención en la vida de Sonita. Pero premeditado o no, la intervención por parte de la directora consigue modificar la historia del personaje y provoca un debate muy interesante sobre el papel del cineasta. Dejar de observar la realidad para tomar partido de esta y contribuir a cambiarla. Una posición que comulga con la célebre cita del dramaturgo Bertolt Brecht «El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma».

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