Poco a poco van saliendo noticias sobre el próximo Festival de Cine Europeo de Sevilla, cuya programación completa saldrá al final de mes. De momento para ir abriendo el apetito sabemos que el país invitado este año en el certamen hispalense será Austria.
Por otro lado, el festival regresará a los cines de Nervión Plaza, abandonando el centro de Sevilla que ha sido el punto neurálgico del festival en los últimos años. Es una lástima tener que encerrarse en un centro comercial en detrimento de la zona de la Alameda y alrededores, pero el presupuesto manda; los cine de la nueva (vieja) ubicación posibilitará «llevar a cabo la práctica totalidad de sus proyecciones en formato digital (DCP)», situación que no ocurría en el centro. Lejos de ser un detalle menor, pone en peligro la idea de un festival abierto para la ciudadanía de la capital andaluza, donde empezaban a despuntar las propuestas colaterales al propio festival. Pero antes de juzgar el resultado final esperaremos a ver cómo transcurre el certamen; sería un error grave condenar de antemano está decisión que por otro lado parecía inevitable, amén que no tiene que significar la muerte de esas actividades paralelas. Estamos expectantes, vaya.
Consolémonos con la ampliación del horario del festival, que este año también añadirá pases matinales. También con las 12 salas habilitadas en los Cine Nervión Plaza por donde pasarán cerca de 120 títulos con dos o incluso tres pases. También habrá una colaboración especial entre el festival y Tussam, la empresa del transporte público de la ciudad, que dará soporte al certamen con un refuerzo de la flota. Lo que va de maravilla para las películas que acaban por la noche. Tampoco hay que olvidar que el festival seguirá presente en el Teatro Alameda, el Teatro Lope de Vega y Cine Zona Sevilla Este (que nos pilla a tomar por saco, por otro lado).
Pero como decíamos antes el país invitado será Austria, que aterrizará en Sevilla con una treintena de títulos entre largomentraje y cortos. A esto se añadirá la retrospectiva en la sección Focus con lo mejorcito del país centro europeo en los últimos años, donde ya se ha anunciado títulos como In the basement, del siempre inquietante Ulrich Seidl, creador de la trilogía Paraíso (Fe, amor y Esperanza). También se ha anunciado ya Goodnight Mommy, que a su paso por Sitges dejó buenas sensaciones exceptuando en nuestro jefe Ruben Collazos (Él es así, qué se le va a hacer. Si fuera una cinta australiana tendríamos comentarios desorbitados hasta en la sopa, o peor, en Twitter).
Así mismo habrá un ciclo dedicado al cineasta Martin Arnold y se ha confirmado el nuevo trabajo de la directora Jessica Hausner, Amour Fou (de la que próximamente hablaré tras haber tenido la oportunidad de verla en Sarajevo). Una directora vinculada al festival pues dos de sus trabajos ya pasaron por Sevilla, alzándose con el Giraldillo de Oro a la mejor película en 2009 por Lourdes. Tampoco dejo pasar la ocasión para recordar que por el año 2004 presentó esa rareza llamada Hotel y que se llevó abucheo general por mucho que a mi me pareció una propuesta arriesgada y satisfactoria. En fin, auguro que el idilio entre la cineasta austriaca y el festival seguirá creciendo.
Otras propuestas serán Macondo (reseñada aquí por un tal Ruben Collazos), del cineasta Sudabeh Mortezai, o We Come as Friends, ganadora en Sundance sobre el conflicto de Sudán del Sur, cuyo director es Hubert Sauper, ni más ni menos que el responsable de la indigestión moral para cualquier europeo llamada La pesadilla de Darwin (Le cauchemar de Darwin), nominada al Oscar en 2004. Por último se proyectará en sesión especial esa joya conocida como La pianista (Haneke, 2001).
Esos son algunos de las propuestas que podremos disfrutar en Sevilla del 7 al 15 de Noviembre. Hay mucho más pero os iremos informando de más detalles poco a poco. De momento, os dejamos con el cartel del festival de este año, obra del pintor Curro González con cierto aroma a Fellini.
