El amor es más fuerte que las bombas (Joachim Trier)

El amor es más fuerte que las bombas

La vida es cuestión de perspectivas. Un mismo suceso puede ser interpretado de mil formas diferentes, en función del que lo vive y de cómo reacciona ante él. El amor es más fuerte que las bombas, la nueva película de Joachim Trier —tras Oslo, 31 de agosto y Reprise— es un estudio de la familia y un retrato de las relaciones personales, las cuales no sólo se enfrentan a las brechas generacionales que se ven afectadas por el paso del tiempo, sino también a las que provoca el espacio: la separación y la distancia. Todos debemos elegir, en la vida, y nuestras decisiones pueden afectar a otros casi tanto como a nosotros mismos. Afectan a nuestros sueños y pasiones, al apego de los otros sobre uno, y, al final, por inercia, a lo que más nos importa, sobre todo si esa prevalencia en la elección se contradice hasta con nuestros propios intereses.

Isabelle Reed (Isabelle Huppert) es una reconocida fotógrafa de guerra que fallece en un accidente de tráfico. Al morir, deja marido y dos hijos, y ahora ellos tienen que encarar las consecuencias de la pérdida, pero también de las sorpresas que esa pérdida deparará. Gene, el padre (Gabriel Byrne), colabora con unos periodistas para realizar una retrospectiva del trabajo de su esposa, mientras intenta acercarse a su hijo adolescente, Conrad (Devin Druid), que lucha contra sus propios problemas derivados de la edad, además del de la pérdida. Por otro lado, tenemos a Jesse Eisenberg haciendo el papel del hijo mayor de la familia, un profesor de universidad que acaba de ser padre y que mantenía una cercana relación con su madre. Sobre esta base, Trier y Eskil Vogt tejen una historia llena de recuerdos, saltos en el tiempo, rencor y amor, y puntos de vista. Cada elemento, aplicado en conjunto, da forma a una interesante reflexión: el poder de nuestra apreciación para llegar a conclusiones que nos satisfagan.

El amor es más fuerte que las bombas

La propia cinta ofrece dos caras de una misma moneda, y hasta tres o cuatro si es preciso, apuntando únicamente a esta familia deshecha y sin embargo en construcción. La convivencia que se contradice con el anhelo de estar solos, la soledad que se arrepiente de no convivir con los que ama. Las debilidades que se desarrollan al cerrar heridas del pasado, la fortaleza del pasado para mantenerse abierto. La traición, los secretos y la penitencia (no necesariamente en este orden). El amor es más fuerte que las bombas ofrece una estampa familiar llena de contradicciones humanas basadas en nuestra propia naturaleza, pocas veces saciada por completo, que nos impele a ser felices, pero nos brinda muchas formas distintas de serlo, y que por ello con frecuencia se pelean entre sí.

Por todas esas razones, El amor es más fuerte que las bombas sigue la tendencia triste y melancólica buscada en su anterior film, basado en la novela El fuego fatuo, si bien su impacto emocional es aquí menos intenso. Pero es, de hecho, una película que no busca una finalidad concreta, más allá de generar distintos pensamientos en el espectador, que, sea como sea, estará enfrentándose a lo que le muestre la pantalla de maneras opuestas e incluso contradictorias. Un guion nunca del todo explicitado, aunque contado con sencillez y naturalidad, y que, en muchos casos, se entroncará con las propias experiencias personales de la audiencia. Una duda que se mantendrá presente en la mente de muchos, con certeza, y es que si el amor es más fuerte que las bombas, saber lidiar con el dolor que este produce sólo puede ser una proeza.

El amor es más fuerte que las bombas

2 comentarios en «El amor es más fuerte que las bombas (Joachim Trier)»

  1. A qué se debe la comparación con las bombas? en todo lo dicho no se refiere a eso, y por qué bombas, bombas explosivas? al final comenta que el amor es más fuerte que las bombas, por qué el amor y no el dolor?.
    Gracias.

    1. En primer lugar, el título original es Louder Than Bombs, que no hace mención al amor por ninguna parte, pero la adición en español se puede entender una vez se ha visto la película:
      La historia se centra en cómo afecta a una familia la pérdida de la madre (Isabelle Huppert). La madre es fotógrafa de guerra (en las guerras suele haber bombas), y en un momento dado de la cinta se descubre que ella habría dejado su trabajo por amor a su familia (para pasar más tiempo con ellos). De ahí que el amor sea más fuerte que las bombas (al menos en cuanto a lógica, porque filosóficamente podría discutirse más, claro).
      Lo que se comenta al final sobre el dolor y el amor es en referencia al propio título y a lo que acabo de explicar, de ahí que se relacione también con el dolor: «y es que si el amor es más fuerte que las bombas, saber lidiar con el dolor que este produce sólo puede ser una proeza». De ahí que surja la pregunta: ¿es el dolor más fuerte que el amor?
      Y, si el dolor es más fuerte que el amor, el amor más fuerte que las bombas, pero las bombas son capaces de generar dolor, ¿no son las bombas más fuertes que el amor (más débil que el dolor)?

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