The Informant (Julien Leclercq)

La primera impresión que genera The Informant es que se trata de una de esas películas que creemos haber visto mil y una veces. Más aún para los que hayan visto Cuenta atrás. Y es que tras los primeros diez minutos, descubrimos que estamos ante la historia de Marc Duval, un tipo normal y corriente. Francés de nacimiento, ostenta un bar de Gibraltar junto a su mujer y su hija recién nacida, tiene problemas para llegar a fin de mes, parece un tipo honrado, se ve envuelto de repente en serios problemas y casi sin quererlo… Casi el mismo individuo que podíamos ver en la película de Fred Cavayé, encarnado también por el actor galo Gilles Lelouche.

Pero poco a poco nos podemos ir dando cuenta de que The Informant pretende dar un paso más allá. Con el paso de los minutos, la trama se enrevesa cada vez más, un sinfín de personajes desfila por la pantalla, se nos ofrecen datos sin parar. Una carga quizá demasiado pesada para aquel espectador que simplemente quiera ir a disfrutar de su periódico thriller con un par de giros de guión y final sorprendente. Cosa que tampoco falta en The Informant, por cierto, aunque en este caso, y siempre que uno haya permanecido atento a toda la información que se le ofrecía, puede resultar poco asombroso.

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La virtud y el defecto de la obra dirigida por Julien Leclercq confluyen en el mismo punto: el guión. Por un lado, ofrece muchos motivos para permanecer enganchado a la película, ya que existen muchos cabos sueltos que poco a poco se van atando. Pero por otro lado, resulta demasiado irregular, hay algunos minutos que son claramente de relleno (algunos lo verán como un descanso para procesar toda la información) y aparecen varios clichés del género, muchos de ellos representados en la esposa del protagonista, típica mujer-florero que asiste desamparada al progresivo deterioro de su familia. Por desgracia, no es el único caso de personaje vacuo e incluso prescindible en esta película.

Sobre todo lo anteriormente mencionado, hay que dejar una cosa clara. The Informant está basada en hechos reales. Si el espectador conoce el tema que se va a tratar, seguramente valore la película a la baja. En cambio, si uno desconoce de lo que le están hablando (lo más lógico siempre que no existan spoilers previos), llegará a los títulos de crédito con una sensación mucho más grata que la que la calidad de la película podía prever. En efecto, el final es la principal baza de la película, ya no sólo porque termine de manera lógica (sin artificios ni triquiñuelas) sino porque se nos ofrecen los datos reales posteriores a ese final, una información que seguramente dejará bastante conmovido a todo el que la reciba por primera vez. Una conmoción de la que buena culpa tiene el papel de Lelouche y su pinta de bonachón, claro está.

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Hay quien, después de ver una película basada en hechos reales, corre a comprobar en Internet si todo lo que le han contado es cierto. En esta ocasión parece que es así, y además es una historia que impacta porque nos damos cuenta de que lo que hemos visto durante 100 minutos no es ficción, sino la desgraciada realidad.

Dejando a un lado todos estos detalles, podemos concluir que The Informant es un buen thriller para pasar el rato siempre que se tenga en cuenta que va a poner a prueba nuestra capacidad de atención, ya que cualquier despiste puede ser fatal para seguir con claridad el desarrollo de la trama. De estar uno atento, la película enganchará y mantendrá pegado a la butaca a todo buen amante de este género. Si además le añadimos el poso que deja el final, resulta un producto bastante atractivo y recomendable.

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