Lo mejor de 2017 por… Álvaro Casanova

2017 ya es historia y con él se va el que quizá sea uno de los años cinematográficos más insulsos en materia de estrenos, al menos desde que tengo la suerte de redactar este tipo de listas en nuestra web. Como es lógico, ni siquiera el peor de los cursos está exento de recibir un puñado de buenas películas y posteriormente llegará el turno de desgranar diez de ellas, pero hacer la selección apenas ha tenido cierta dificultad. Salvo Lady Macbeth, La seducción y el curioso documental Kedi (Gatos de Estambul), tampoco se han quedado fuera obras de enjundia reseñable. Por si fuera poco, ni siquiera puedo considerar el año como bueno en términos fuera del malditismo; salvo La La Land y Blade Runner 2049, ninguna película de esta esfera me pareció realmente notable.

Lamentos a un lado, es momento de pasar a dar una opinión personal sobre los diez títulos que he elegido para conformar esta lista. Cineastas como Gray, Ramsay, Nichols o Farhadi continúan engrosando su currículum cinematográfico con buenos films, pero realmente es el Top 5 el que puede perdurar más en la memoria de un servidor.

10 — Verano 1993 (Carla Simón)

La íntima (y triste) historia de una entrañable niña durante los tempraneros años 90 es narrada en este film por, precisamente, aquella que la protagonizó en la vida real. Carla Simón nos enseña una parte de su pasado a través de una cinta que sabe hacer llegar al espectador lo que podría sentir aquella pequeña. Es cierto que la propia cineasta ha reconocido haber “decorado” la obra con pasajes que en la realidad no sucedieron tal cual están descritos, pero la verdad es que no empaña lo más mínimo su guion. A falta de ver algunos de los títulos que ha otorgado el cine patrio esta temporada, la ópera prima de Carla es el film de referencia en lo que se refiere al cine español de 2017.

9 — Loving (Jeff Nichols)

Puede parecer que este drama sobre el reconocimiento de un matrimonio interracial no tenga demasiado que ofrecer ni en guion ni en su planteamiento estilístico, pero la verdad es que Jeff Nichols ha conseguido firmar un trabajo serio, con las inyecciones justas de emotividad y, ante todo, muy natural. La casi perfecta Ruth Negga y el contundente Joel Edgerton son la cara visible de la mejor obra que nos ha dejado Nichols este año, tras la ligera decepción que supuso, para un servidor, el visionado de Midnight Special. El de Arkansas ha conseguido huir de tópicos y prejuicios, proporcionando una buena panorámica del contexto de la época y componiendo una pareja tan adorable como veraz.

8 — El viajante (Asghar Farhadi)

Tras El pasado y Nader y Simin, una separación, era lógico esperar que la combinación Farhadi + Crisis conyugal volviese a otorgar un buen resultado. Con esta crónica sobre la repentina mudanza de Emad y Rana y los consecuentes problemas que se derivan de la abrupta llegada a su nuevo e improvisado piso, todo ello con la obra de Arthur Miller como telón de fondo, el director iraní sacude al espectador a través de secuencias de alta carga psicológica. Ese ambiente de tensión que se palpa especialmente al final de la obra y lo bien encajada que está la parte teatral en el contexto de la cinta es lo más rescatable de este nuevo buen trabajo de Farhadi.

7 — En realidad, nunca estuviste aquí (Lynne Ramsay)

Si en Tenemos que hablar de Kevin la cineasta escocesa Lynne Ramsay ya sorprendió por su actitud equilibrada entre falta de escrúpulos y ausencia de efectismo barato a la hora de narrar una historia nada sencilla de digerir, con este drama protagonizado por Joaquin Phoenix acerca de secuestros y trata de mujeres, la realizadora vuelve a no fallar en su disparo. Con la fría presentación del solitario Joe, encarnado por Phoenix bajo su habitual registro de alta calidad interpretativa, Ramsay ya nos predispone para asistir a un relato descarnado del que, pese a la dureza de sus imágenes, es imposible apartar los ojos hasta que llegan los créditos finales.

6 — Z. La ciudad perdida (James Gray)

En los tiempos actuales puede ser complicado encontrar un film de aventuras que conserve cierta capacidad de autor en la firma del cineasta. James Gray pone el punto de excepción en este apartado gracias a su trabajo acerca de la expedición hacia el Amazonas liderada por el británico Percy Fawcett, añadiendo así otra notable película a su filmografía. El director neoyorquino, todo un experto en el arte de transmitir el lado oscuro de sus personajes y, muy especialmente, del ambiente en el que se encuentran, caracteriza uno de los mejores escenarios salvajes de los últimos años (no tan crudo, eso sí, como el fascinante de El abrazo de la serpiente) y sitúa en él a un Charlie Hunnam bastante decente pese a lo que podía parecer, completando un trabajo que merece mucho la pena visionar.

5 — Jackie (Pablo Larraín)

Una de las grandes sorpresas que el que aquí escribe se ha llevado en este año. No porque no confiase en la habilidad narrativa de Pablo Larraín o en la interpretación de Natalie Portman, sino por la manera en la que ambos personajes han decidido trasladar su calidad cinematográfica a la pantalla. El chileno, a través de una línea audiovisual que realza el contexto de la época y le proporciona toda el aura que uno de los hechos más conocidos de la segunda mitad del siglo XX merece tener. La actriz, por la capacidad que tiene para extraer el acento y los gestos de Jacqueline Kennedy, completando un papel fabuloso, quizá el mejor de su carrera junto al que tan fabulosamente desempeñó en Cisne negro.

4 — Madre! (Darren Aronofsky)

La detonación mental de este curso ha corrido a cargo de un Darren Aronofsky que vuelve a la buena senda tras la titubeante Noé. Pese a que la cinta comienza de un modo bastante reconocible, bajo la línea argumental de un tipo extraño que se acopla al hogar de una pareja con el beneplácito del típico marido buenazo y las lógicas dudas de una mujer inteligente, pronto Aronofsky tira los papeles por la venta y convierte al relato en una sucesión de escenas que rayan la locura y saborean el arte de contar una historia de manera diferente. No han faltado teorías sobre lo que el director nos quiere transmitir, y muchas de ellas son bastante aceptables (me quedo con la que habla del autor y su obra), pero lo verdaderamente importante es disfrutar de las sensaciones que desprende el film. Es una verdadera lástima, por cierto, que la fascinante interpretación de Jennifer Lawrence no haya sabido encontrar el reconocimiento necesario.

3 — Toni Erdmann (Maren Ade)

Pocas veces la línea entre ridículo y genialidad habrá sido sobrepasada de manera tan sobresaliente como en esta película. Tirando de una mala leche muy bien camuflada, la germana Maren Ade desgrana la vida de una mujer que parece tener su existencia muy bien encarrilada, pero sucumbe ante las cuestiones que le plantea su extrovertido y alocado padre. La elevada duración del film (162 minutos) puede constituir un obstáculo antes de comenzar el visionado, pero pronto se convierte en uno de sus mayores alicientes: de otra manera, sería difícil imaginar que la autora pudiera haber logrado una película tan cohesionada, personal y cómicamente severa como la que aquí nos ofrece. Otra de las revelaciones del pasado año y que nos deja el nombre de su cineasta como una de las directoras a seguir en los próximos lustros.

2 — Your Name (Makoto Shinkai)

No resulta llamativo a estas alturas que una cinta de animación japonesa se cuele en esta clase de listas. En esta ocasión ha sido Makoto Shinkai el encargado de firmar una película brillante y muy emotiva, con la sensibilidad marca de la casa de los autores nipones. Un verdadero drama romántico con toques fantásticos y las clásicas píldoras humorísticas del lejano oriente, cuyo espíritu descorazonador se complementa con la cierta exigencia que requiere por parte del espectador para seguir una trama que sorprende a cada rato. Imposible no sobrecogerse en alguna de sus secuencias ante tal elaborado guión, bello dibujo y enternecedora banda sonora. Dentro de la obsesión por buscar sucesores de toda celebridad, incluso de aquellas que siguen vivas y en activo como el genio Miyazaki, es probable que Shinkai tenga la pole position para hacerse con la corona que pueda ceder el mítico cineasta.

1 — Manchester frente al mar (Kenneth Lonergan)

El premio gordo de 2017 por parte de un servidor queda otorgado a una de las obras más contundentes del recién finalizado año. Este drama sobre un padre que debe hacerse cargo del presente sin haber podido superar todavía un demoledor pasado no deja resquicio para la sonrisa y transforma cada secuencia en un examen para sus personajes, de entre los cuales sobresale la actuación de un Casey Affleck colosal. El montaje resulta clave a la hora de elaborar una trama cuyo clímax posee un nivel de gelidez a la par del corazón de su protagonista, decisión perfecta para lograr el nada fácil objetivo de mostrar los hechos de una manera directa, sin titubeos ni falsedades. Lonergan se sitúa como el director de orquesta ideal para acompasar los tiempos de un film que, por lo menos en lo que se refiere a un servidor, no será nada fácil que alguna vez caiga en el olvido.

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