Ossessione y Noble Gesta: Neorrealismo fundacional Vs. Neorrealismo de estudio

El movimiento neorrealista surgió en la Italia de post-guerra como un medio de expresión que recuperaba la tradicional forma de ‹cinema verité› utilizado en el cine mudo de los años 10 y 20, y con una fuerte influencia del realismo poético francés de Renoir o Carné. De hecho algunos estudios consideran a Toni de Renoir la primera obra neorrealista.

Esta corriente se suele circunscribir únicamente al entorno del cine italiano de los 40 hasta finales de los 60, etiqueta que empobrece la visión de este extraordinaria tendencia, ya que quedarían fuera de ella películas claramente neorrealistas como las españolas Surcos, Calle Mayor y Mi tío Jacinto, las mexicanas Los olvidados y Espaldas mojadas o películas como Cenizas y diamantes, Marty, El pequeño fugitivo, Crónica de un niño solo, Vidas secas, El ángel ebrio, Una gallina en el viento o la Trilogía de Apu.

Como movimiento de gran influencia contará entre sus principales nombres con cineastas de la talla de Visconti, De Sica, Pasolini, Rossellini, Pietro Germi, Fellini, Lattuada, Sabatini, o Castellani y serán sus principales señas de identidad el uso de actores no profesionales, de escenarios naturales y reales, la ausencia de artificios y glamour, el estilo casi documental reflejo de la vida cotidiana en áreas rurales o en las ciudades destruidas por la guerra y cierto contenido de crítica social y reflexión política en una Italia sumida en la depresión social y económica que la post-guerra dejó en el paisaje italiano de la época.

La génesis del neorrealismo es la película Ossessione de Luchino Visconti, cinta que adaptaba en una Italia en plena Guerra Mundial sin rubor y permiso la gran obra de James M. Cain El cartero siempre llama dos veces. El éxito de crítica y público cosechado por el neorrealismo incitó que muchos cineastas utilizaran los arquetipos del neorrealismo para filmar obras destinadas al gran público con un contenido más amable y estilizado.

Compararemos dos obras contrapuestas del movimiento: su obra fundacional Ossessione con un film entrañable y bondadoso que utilizó varios elementos neorrealistas: Noble gesta.

Reseñar Ossessione es hablar de una obra maestra por varios motivos. Obra referencial del neorrealismo fue filmada por uno de los más grandes cineastas de todos los tiempos, nada menos que el grandísimo Luchino Visconti un director injustamente olvidado últimamente en los gustos de las nuevas generaciones de cinéfilos. Quizás este olvido se deba al gusto por la perfección y la belleza que reflejan todas las obras de Visconti, alejados del morbo y experimentación tan del gusto de las nuevas generaciones de cineastas.

Rodada en plena II Guerra Mundial en localizaciones del mítico Valle del Po, adapta la novela El cartero siempre llama dos veces de James M. Cain. Narra la historia de un vagabundo llamado Gino que llega en camión a través de una polvorienta carretera, a una gasolinera-restaurante regentada por un gordo y bonachón hombre (Giuseppe) casado con una escultural joven (Giovanna) de la que sentimos su presencia por primera vez en pantalla a través de un maravilloso plano de sus estilizadas piernas.

Pronto el vagabundo y el dueño entablan amistad debido a su mutua experiencia en el ejército, siendo reforzada la unión por las habilidades en mecánica del recién llegado. Igualmente se establece una fuerte atracción sexual entre la esposa del dueño y el vagabundo expresado a través de maravillosos planos de alto contenido erótico de Gino en camisa interior dejando a la vista su torso y de las piernas y pectorales de la mujer, irradiando una enorme pulsión sexual tan característica del cine de Visconti (Rocco y sus hermanos, La caída de los Dioses, Muerte en Venecia, Confidencias, etc.).

Esta atracción acabará en una relación que termina súbitamente cuando Gino, un auténtico nómada que no ha podido echar raíces por su espíritu aventurero, propone a su amante fugarse para empezar una nueva vida, huida que Giovanna rechaza por miedo a la pobreza e incertidumbre que acompaña la propuesta de Gino.

Tras huir en ferrocarril, Gino se encuentra con otro personaje errante, un charlatán con su mismo espíritu trotamundos. Después de vagar por varios pueblos se toparán de nuevo con Giovanna y Giuseppe. Gino ciego de pasión tras el reencuentro con su amante, abandonará a su compañero de andanzas para unirse a la pareja. Los celos y la emanación de la pasión abandonada inducen a Gino a asesinar a Giuseppe tras un turbio viaje en coche. La escena del asesinato está filmada fuera de campo en un maravilloso plano nocturno rodado con el recurso de la elipsis en el que tras ver alejarse el coche nos encontramos a la policía rastreando la escena del supuesto accidente de coche en la escena siguiente.

La policía certifica el accidente y Gino y Giovanna irán a vivir juntos para regentar el hotel. Sin embargo el carácter inestable de Gino implica que proponga a Giovanna la venta del establecimiento para comenzar una nueva vida con el dinero obtenido, proposición que Giovanna rechazará radicalmente. En el desarrollo de la historia Gino, hastiado de la rutina diaria, conocerá a una bailarina que trabaja como prostituta lo cual despertará los celos de Giovanna.

El final es bien conocido por todos los amantes de la literatura y el cine negro, presentando una de las escenas más escalofriantes del cine de los años cuarenta representada por un turbador plano del personaje de Giovanna. Ossessione inició el movimiento neorrealista contando con la presencia de actores desconocidos tanto en los roles principales como en los extraordinarios secundarios, y siendo rodada en unos maravillosos escenarios naturales del Valle del Po que es maravillosamente descrito gracias a unas excelentes tomas de fiestas campestres que Visconti volvería a retomar en cintas como Rocco y sus hermanos o Bellísima.

Destacan las escenas en las calles de los pueblos con tullidos, niños y ancianas, paseando entremezclados con los actores. Visconti refleja la suciedad moral, dotando de una total ausencia de glamour a los personajes. Utiliza igualmente planos documentales en el que se muestra trabajo de los camilleros de la policía y gente nadando y disfrutando de un Domingo, y emplea la música para filmar escenas realistas de bailes, si bien la banda sonora de la película se compone de melodías minimalistas, un rasgo típico del neorrealismo puro.

Del mismo modo los personajes tienen una ausencia total de moralidad siendo el dinero, el miedo a la pobreza y los instintos más primitivos, tan presentes en el momento de filmar la película, los principales motores de sus vidas, inspirados en frases como «lo importante es ganar dinero y crear a alguien a quien dejárselo» o «recuerdo que te quise al primer momento y le odiaba a él».

El traslado a la pantalla una obra maestra de la literatura negra, logra que la trama se beneficie del habitual tono fatalista presente en el género mostrando un tono realista que hiela la sangre del espectador en las escenas más conseguidas del film. La degeneración y la depravación son las señas de identidad de una obra que marcará un antes y un después en la forma de hacer cine.

Ossessione es por tanto la obra fundacional del neorrealismo y marcó el camino que siguieron obras maestras del neorrealismo puro como El limpiabotas, Ladrón de bicicletas, El ferroviario, El molino del Po, Accattone, Las noches de Cabiria, Paisá o Alemania año cero.

Como contrapunto al neorrealismo puro, surgieron una serie de películas que apoyándose en elementos neorrealistas como la miseria, el rodaje en escenarios naturales y la carestía económica, estilizaban la narración con una fotografía menos sucia, un poco de glamour y personajes agradables con el fin de atraer a las salas al gran público.

Hablamos de películas como Ana, Arroz amargo, Estación Termini, El camino de la esperanza, Las muchachas de la Plaza de España, Pan, amor y Fantasía, Prohibido robar, La romana, El demonio o Noble gesta de la cual hablaremos.

Dirigida por Luigi Zampa la película se rodó para mayor lucimiento de la estrella del cine italiano de los 40, la maravillosa actriz Anna Magnani que incluso participó en el guión y tiene como título original uno más ajustado a la trama, La honorable Angelina.

Comparte con Ossessione un inicio en el que vemos un vehículo en movimiento, pero se diferencia en que mientras que en Ossessione se trata de un camión que circula por caminos polvorientos, en Noble Gesta aparecerá un tren que circula por “modernos” raíles. La primera diferencia con Ossessione se observa en el empleo de la grúa en un magistral plano que busca la perfección técnica en el que la cámara camina a través de un barrio de chabolas hasta alojarse en la habitada por la familia de Magnani compuesta por siete miembros.

Narra la historia de Angelina y su marido, un sargento de policía, que viven en un degradado barrio de chabolas en condiciones calamitosas y de extrema necesidad. Ello se expondrá en frases como: «Aquí no se vive honestamente, se muere honestamente».

Como elementos de neorrealismo puro poseerá escenas documentales y naturalistas de niños desnudos reflejo de la pobreza que se vivía en la época e incluso una escena en la que Magnani amamantará a su hijo recién nacido.

Tras una falta de provisión de pasta en el almacén del poblado, Magnani, acompañada de las mujeres del poblado, denunciará la especulación utilizada por el dueño de la tienda de comestibles y liderará una cruzada que termina descubriendo al estraperlista. Esta escena está rodada en tono de comedia burlesca, lo que le aleja del tono de Ossessione. Con esta noble gesta consigue notoriedad pública y los periódicos ensalzarán el carácter luchador de Angelina y las mujeres que la acompañan, en una clara reivindicación del feminismo como arma para conseguir beneficiosos resultados.

La falta de acondicionamientos de habitabilidad en el barrio provocará una inundación, expuesta con secuencias documentales de neorrealismo puro. Angelina y sus compañeras, sacarán a la luz la negligencia del constructor del barrio, que con el objeto de edificar una nueva barriada ataviada con modernos edificios, ha descuidado el mantenimiento del barrio de chabolas con el objeto de incitar el abandono de sus actuales moradores. Ante este ardid, Angelina y las mujeres del barrio decidirán ocupar los pisos en construcción como señal de protesta poniendo en un aprieto al constructor que no podrá vender las casas de nueva elaboración.

Este gesto aumenta la popularidad de Angelina y por ello será tentada por los partidos políticos que tratarán de aprovecharse de su reputación. Esta escena está dotada de una gran comicidad, en la cual asistimos a los intentos de atracción de Angelina hacia sus fauces de las supuestas distintas ideologías, que no dudarán en adaptar sus programas para hacerlos atractivos a las demandas de Angelina ¿nos suena esto?

El carácter combativo de Angelina levanta los recelos en su marido que deberá enfrentarse a ella en diversas situaciones. El constructor igualmente trata de camelar a Angelina y la invita a fiestas con el objeto de propiciar el desalojo del poblado a cambio de falsas promesas. La película termina desarrollando diversas situaciones de sospechas y corrupciones a las que se enfrentará el personaje de Angelina para poder conseguir su objetivo de procurar una vivienda digna a todos los habitantes del poblado.

Película amable con un uso de la música constante y ornamental y con una subtrama de romanticismo entre la hija de Angelina y el hijo del constructor y tono costumbrista que muestra un mensaje final alejado del fatalismo y depresión del neorrealismo puro en el que se hace una defensa a ultranza de la familia como soporte de la sociedad frente a la política. Noble Gesta constituye una película muy interesante de un visionado agradable y nos ofrece la posibilidad de ver a una de las más grandes actrices que jamás han aparecido en pantalla en estado de gracia, con un dominio de la escena y los gestos que debería visionar cualquier aspirante a actriz y una muestra excelente del cine italiano que se hizo en los años 40 y 50 para el gran público aprovechándose del camino abierto por uno de los movimientos que marcaron la historia del cine para reinventarlo desde sus orígenes: el neorrealismo.

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