Iniciales S.G. (Rania Attieh, Daniel Garcia)

La superstición es un modo de vida, y quien no lo crea que le pregunte al protagonista de esta historia. Alto, nariz prominente, atractivo y con algo que no podría descifrar si es bueno o malo: un argentino afrancesado o una venerable estrella venida a menos apodada “El francés”. Diego Peretti lo es todo en esta comedia negra (y solo sería un inicio para describirla) de Rania Attieh y Daniel Garcia. Es el perfecto imitador de Elvis, solo que el elegido para rememorar revolucionó Europa y sus alrededores con su potente voz y sus pegadizas canciones.

Iniciales S.G. es un poco Sergio Garcés el actor de relleno, y otro tanto Serge Gainsbourg, el inabarcable cantante que le da ese aire interesante, ajeno al plagio pero referencial a nuestro protagonista, incluso cuando versiona sus canciones.

Sergio, el de las iniciales, es uno de esos perdedores que te enganchan a la pantalla, de incipiente verborrea, mujeriego, arrastrándose entre pequeños trabajos actorales y dependiente de su querida selección de fútbol argentina. Y aunque parezca que tenemos un argentino cincuentón más que podría pasar sin pena ni gloria por nuestras vidas, lo cierto es que la película sabe adaptarse a los acontecimientos para que quedemos atrapados por su empatía y desgracias, a veces banales, a veces de notoria gravedad, siempre parte del espectáculo.

Porque cine, música y fútbol, algunos de los pilares básicos de la diversión y el entretenimiento, fundamentan esta Iniciales S.G. convirtiéndose en una continua fuente de referencias y homenajes que nos bombardean a modo de serotonina para nuestro recuerdo. Desde El crepúsculo de los dioses al citado Gainsbourg, que a veces muta a una suerte de Jean-Paul Belmondo, y con el mundial de fútbol de 2014 siempre arropando los acontecimientos y neuras del protagonista, está claro que las filas de los directores se propagan por la pantalla para enriquecer sus imágenes.

Resulta así la crónica de un posible final anunciado, de la decadencia de un actor de relleno a una edad austera para comenzar a destacar, donde también hay un lugar para el crimen enajenado y encasillado, para el amor desgastado con la inagotable presencia de Julianne Nicholson o para el reconocimiento inapropiado por inoportuno o por tardío. Una mezcla reconocible que funciona con fluidez y socarrona elegancia, pese a vislumbrar a un tipo tirado en el sofá en calzoncillos con su cigarro de la risa en una mano y algún dulzón licor alcoholizado en la otra.

No está la gracia en reconocer cada una de las múltiples referencias de las que beben los directores, lo está en disfrutar de la presencia de todas ellas, que empastan con viveza a través de ese narrador omnipresente, que acompaña sin influir, que deduces es buen compañero cuando tras una escena de sexo, donde sabes que dará rienda suelta a su verborrea, espera pacientemente a abrir la boca para no inmiscuirse en un momento de acomodado silencio.

Así que volteando alrededor de un hombre y ese día a día casual pero rematadamente determinante, nos fundimos con un relato rico y desacomplejado, teñido de ese halo francés y argentino, de inolvidable y mediocre a un tiempo, que es capaz de encandilarnos cual canto de sirena para perdernos con sus protagonistas y la emoción de una final de copa que nunca llega.

Podéis ver Iniciales S.G. en Filmin:

https://www.filmin.es/pelicula/iniciales-sg

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