Generalísimo, la vida de Franco en color (Lluís Carrizo)

Transcurridos ochenta años desde el final de la Guerra Civil española todavía hay quienes tratan de manipular la memoria de los sucesos que la provocaron, de blanquear a los responsables del golpe de estado previo, de borrar las atrocidades que perpetraron sistemáticamente durante la misma y después, con una dictadura que aguantaría cuatro décadas. En los últimos cinco años un esfuerzo por parte de un equipo liderado por el director Lluís Carrizo, el productor Francesc Escribano y el guionista Manel Lucas ha servido para explorar, descubrir y recuperar material de archivo preservado en los fondos de la Filmoteca Española, restaurarlo y colorearlo con el fin de crear una serie de proyectos que han abarcado la Guerra Civil, el franquismo y ahora la figura del dictador Francisco Franco en su última entrega de este tríptico, el largometraje biográfico Generalísimo, la vida de Franco en color. Desde sus orígenes y su niñez, su carrera militar, su ascenso como líder indiscutible del autoproclamado “bando nacional” y hasta su muerte, funeral de Estado y entierro en el Valle de los Caídos, este film busca desmitificar a Franco mientras intenta conectar algunos elementos de su vida privada con su visión de España y su ideario.

Usando un registro documental valiosísimo como base —a pesar de su indiscutible naturaleza propagandística u oficialista del régimen— el recuento de la vida del dictador es exhaustivo y pormenorizado, detallando cada momento clave de su faceta personal y su papel tanto en el lugar de España en la comunidad internacional como la evolución social y la situación política y económica interna mientras ejercía sin restricciones su caprichosa y absoluta autoridad. La selección adecuada de las imágenes es lo más importante en una película que se basa en un montaje de archivo y esto quizá es lo más difícil de valorar. Como espectadores debemos confiar en que han sido escogidas para que sirvan a un propósito concreto, que en este caso parece cumplir de sobra. La verdadera limitación en su metraje es el tiempo. El tiempo de producción y el propio minutaje de la cinta que se presenta como concisa, con una edición rápida y una narración en off que explica apoyándose en dichas imágenes y a la vez complementándolas. Pero también su breve duración juega en su contra, tratando con excesiva superficialidad y hasta ligereza momentos y aspectos clave del relato histórico ya conocido. Es decir, por mucho que se hayan usado fuentes históricas y documentación para respaldar todo lo que se cuenta, en esta cinta se deja muy poco margen para aportar algún dato novedoso, aunque sea imposible no reconocerle su indudable relevancia didáctica y divulgativa.

Carrizo consigue explicar a un personaje como Franco en términos terrenales y cotidianos, sin rehuir tampoco de la ironía para subrayar las contradicciones de su discurso público y en sus relaciones con potencias extranjeras. Algo que le favorece lo comprimido de la estructura formal, que permite tener en mente siempre hechos que se suceden con diferencia de años y en cuya postura cambia radicalmente en función de los intereses que le mueven. La coloración del archivo es la última capa que sirve de instrumento para acercar más que nunca y explicar desde la perspectiva actual todo lo referido al sujeto de estudio de la película. De una forma casi terrorífica los lugares emblemáticos, las ciudades, las ruinas durante la guerra, los desfiles y los grandes eventos conmemorativos franquistas parecen cobrar vida de nuevo en nuestro imaginario. El color tiene como efecto una renovación de la mirada sobre material audiovisual ya visto y adicionalmente provoca un efecto de sorpresa y de consternación al descubrir por ejemplo la Plaza de Callao cubierta de grandes banderas nacionales tras la capitulación de Madrid o ver desfilando a tropas del ejército nazi con las fuerzas fieles a Franco en la Plaza Mayor de Salamanca. No hay espacio para la ambigüedad y el punto de vista riguroso en lo historicista favorece siempre cualquier compromiso con la memoria histórica y con la verdad. Generalísimo, la vida de Franco en color es un gran ejemplo de esto.

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