Brides (Tinatin Kajrishvili)

Brides

Sorpresivamente y aún con poco recorrido mediático, la cinematografía georgiana parece estar ocupando el espacio en los festivales que hasta hace poco ocupaba Rumanía con un cine que, por resumirlo brevemente, parecía jugar con la “extensión de la realidad” mediante recursos como el seguimiento exhaustivo sobre los personajes o espacios naturales. Aún es pronto para discernir con propiedad si nos encontramos ante un filón o un “nuevo cine”. Hay que andarse con ojo, el sueño húmedo de todo crítico de cine es encontrar él solito un nuevo cine o modo de entenderlo que ha pasado desapercibido por los demás.

Sea como sea, Brides, la cinta de la cineasta Tinatin Kajrishvili hace suya esa extensión de la realidad para que el espectador entienda que lo visto en pantalla no es más que lo que ocurre fuera de la sala. Esto no es nuevo, antes del cine rumano ya hubo directores y modos de entender el cine que seguían este patrón, cuyo inicio podríamos remontarlo al Neorralismo italiano.

Brides es una mirada sobre un grupo de mujeres que, ante el ingreso en prisión de sus parejas, deben pasar por el formulismo de una boda para conseguir el permiso necesario para visitarlos. Nunca sabemos el motivo por el cual cumplen condena, aunque nos cause estupor descubrir que una chiquilla de 18 años deba esperar 40 años para que su novio salga de la cárcel. ¿Qué diablos debe haber hecho para una condena tan larga? No importa, esa no es la cuestión de la cinta. Se nos habla de una derrota diaria, lenta e irremediable sobre las mujeres que quedan “encerradas” fuera de los muros de la institución penitenciaria. En sus idas y venidas, las colas, los controles y los breves momentos con sus maridos.

Natsu es nuestra aún joven protagonista, entrada en la treintena, que lucha por no caer derrota a pesar de la distancia, tanto en el tiempo como en el espacio, que debe hacer frente. La directora puebla el relato de personajes femeninos, desde el grupo de mujeres que hacen frente ante las adversidad, entre ellas nuestra heroína, pero también a la madre de esta o incluso el mundo femenino de las burócratas encargadas de las ceremonias en la cárcel.

Brides

No se juzga a nadie, ni aunque en un mundo normal pudieramos asistir ante una infidelidad. También es un relato duro y seco que huye del tremendismo. Así, escenas como la que la pequeña de la pareja no reconoce a su padre parece filmada sin intención dramática potente,y eso se agradece. Seguimos el día a día de Nutsa, sus intentos por no perder el vínculo (no el papelito que ha firmado y que la proclama “esposa”) afectivo y sentimental con alguien a quien va perdiendo poco a poco en cada ocasión. Alguien que se le escapa de las manos. Ella misma sufre una condena por su amor hacía su pareja. Así, vamos viendo pequeños trozos de una vida con esporádicos fundidos a negro que indican el paso del tiempo. ¿Pero cuánto tiempo? Eso es algo que no sabemos. Desconocemos si ha pasado una semana o 8 meses. El espectador entonces se siente perdido y confundido, del mismo modo que la protagonista.

Cada visita a la cárcel parece un documental filmado. Sólo en una de las secuencias finales abandonamos esta sensación, cuando después de un largo periodo de tiempo los amantes disponen unas horas para pasar juntos en una especie de bungalow con rejas. El ritmo, el tono y hasta la luz cambia con respecto a lo visto anteriormente. E incluso nos parece irreal, casi absurdo. Hombre y mujer pasan una especie de agradable día de domingo donde se vaguea entre las sábanas sin nada que hacer más que quererse en los pequeños detalles, por mucho que el reloj inexorablemente juegue en contra de ellos.

El final resulta abrupto pero revelador con todo lo visto. No entendemos muy bien que ha ocurrido, pero en los ojos de Netsu se adivina un terrible anhelo, el deseo de que el encarcelamiento haya acabado de una vez por todas.

Brides es una obra potente con un sentido del ritmo poderoso, que ahonda en los recovecos del alma de un grupo de mujeres encerradas en vida por propia voluntad.

Una derrota diaria. Sin malos ni buenos. Simplemente personas naufragando.

Brides

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