Lo mejor de 2015 por… Álvaro Casanova

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No, definitivamente 2015 no ha sido un año tan bueno como lo fue 2014. Basta con señalar que la primera película de este top como mucho habría logrado el séptimo puesto en el ranking que publiqué el año pasado. Alguno dirá que tampoco puedo afirmar tal cosa con total rotundidad, puesto que todavía me faltan por ver bastantes películas estrenadas en España a lo largo de este 2015… Pero eso mismo también sucedió en 2014, y es que es muy complicado abarcar todo lo interesante de la temporada.

En cualquier caso, sería injusto seguir por este camino. Comparativas a un lado, he de reconocer que ha sido difícil montar el top de este año. Quizá no haya podido ver películas superlativas como sucediera en 2014, pero sí he disfrutado de un buen puñado de buenas obras (los típicos 7 en FA) que, en su mayoría, seguro que permanecerán en mi memoria por largo tiempo. Por concretar, a cintas tan buenas como Puro vicio, Güeros, It Follows, Leviatán o Maps to the Stars he tenido que dejarlas fuera de la lista. Tampoco he querido introducir en este apartado las películas que he visto en los dos festivales que he cubierto este año para Cine Maldito (Festival de Cine Alemán de Madrid y FICXixón), para así ofrecer un top más puro y consecuente con lo estrenado este año para todo el público español. Cintas como Cemetery of Splendour, Right Now, Wrong Then o la sobresaliente Somos jóvenes. Somos fuertes a buen seguro que habrían entrado sin problemas en el top. Tampoco quiero dedicar tiempo a muchas otras películas que por su escaso malditismo hemos decidido excluir de los rankings, caso de Mad Max: Furia en la carretera la cual habría copado lo alto de este ranking sin demasiadas dudas. Y mejor no hablemos de cintas muy interesantes que las distribuidoras han decidido retrasar a 2016 (Carol, La habitación, Mountains May Depart…) y que, quizá, entrarán en el top de dentro de un año.

Sin más dilación, procedo a ordenar las diez mejores películas estrenadas en España durante este 2015 que he tenido la oportunidad de visionar:

10 — Blind (Eskil Vogt)

¿Cómo es capaz de vivir una persona ciega? El temor a quedarse sin el más preciado de los cinco sentidos acecha a todos aquellos que alguna vez hemos tenido problemas de visión. Eskil Vogt analiza este temor en una cinta que descompone todo lo que puede rondar por la cabeza de una mujer ciega –interpretada aquí por una gran Ellen Dorrit Petersen–  mostrando que hay luz más allá de una gravísima circunstancia, pese a los enormes sacrificios que se tienen que hacer tanto por parte de la persona ciega como de sus congéneres. Una notable película que juega con la realidad y la ficción de manera bastante inteligente.

9 — Langosta (Yorgos Lanthimos)

Muchas veces no somos conscientes de lo necesaria que es la interacción entre seres humanos. Nadie mejor para recordárnoslo que el siempre perverso Yorgos Lanthimos con esta distopía sobre un mundo en el que la soltería se castiga con la pérdida de la figura humana propia. Una cinta que hará las delicias de Meetic y demás portales de contactos, ya que es inevitable sentir un escalofrío al meditar sobre lo que pasaría si algo semejante se aplicase en la vida real. Podría haber obtenido un puesto de podio en este ranking de no ser por la evidente pérdida de interés que se produce al cambiar el hotel por el bosque pero, fuera de esta consideración, es una de las películas de este 2015 cuyo visionado más recomendaría a los que gusten del buen cine.

8 — The Assassin (Hou Hsiao-Hsien)

La sensación de Cannes vino de la mano de un Hou Hsiao-Hsien que con esta obra ha conseguido despertar entre el público tantas pasiones como maldiciones. Lo que no se le puede negar son sus sobresalientes capacidades técnicas, que hacen de esta película una de las obras cinematográficas más bellas que servidor ha podido disfrutar en los últimos años. Un wuxia que elabora su trama a base de brochazos, sin que uno llegue a tener muy claro cuál es el marco general, pero que al visionarlo otorga un gran placer al paladar.

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7 — Sicario (Denis Villeneuve)

Uno de los mejores cineastas de este Siglo XXI (la colosal Incendies bien merece tal consideración) se lanza a desentrañar el mundo de los cárteles de la droga en Ciudad Juárez, aprovechando para soltar más de un dardito a las fuerzas y cuerpos de seguridad estadounidenses. Villeneuve demuestra por segunda vez (tras la portentosa Prisioneros) que es capaz de mantener intactas buena parte de sus bondades como cineasta al lidiar con grandes presupuestos. No en vano, aquí recupera una de sus viejas virtudes: la caracterización de personajes femeninos, encarnada en esta cinta por una Emily Blunt que se merecía gozar de un papel así de sólido. Lástima de que la recta final no sea tan satisfactoria como todo lo anterior, porque podría haber sido la película de este 2015.

6 — Macbeth (Justin Kurzel)

El combo Kurzel + Fassbender + Cotillard afronta el primero de sus dos desafíos en adaptaciones cinematográficas. Antes de demostrar qué han conseguido hacer con el videojuego Assassin’s Creed (con fecha de estreno prevista para noviembre), el trío ofrece no pocos motivos para el aplauso en esta adaptación de un clásico shakesperiano. Una película que asombra por su contundencia a la hora de trasladar el texto del mítico dramaturgo al séptimo arte, manteniendo intactos los poderosos diálogos y adornando estos con un fantástico envoltorio técnico. Fassbender no decepciona un ápice en el papel protagonista, poniendo la guinda a una de esas películas que dan ganas de revisionarla aunque sólo hayan pasado unos pocos días desde su estreno.

5 — Mistress America (Noah Baumbach)

Noah Baumbach no entiende de megalomanías; en la sencillez, reside su grandeza. Disponerse a ver una obra suya es como chascar los dedos y dirigirse automáticamente a una vivienda cualquiera de clase media para ver una historia sobre cómo los individuos afrontan el cambio generacional. Es inevitable comparar su última película con aquella Frances Ha que recabó cientos de elogios, pero hay una palpable diferencia; Greta Gerwig aumenta su peso fuera de la pantalla (co-escribe el guión junto a Baumbach) pero, dentro de ella, deja paso a una de las mejores apariciones interpretativas de este año, una Lola Kirke que fascina en su primer papel protagonista. Juntas pasean por las calles neoyorquinas al ritmo de Souvenir mientras los que estamos al otro lado nos quedamos, una vez más, cautivados con el cine de este genial director.

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4 — Whiplash (Damien Chazelle)

El magnetismo de la cinta dirigida por Damien Chazelle no es fruto sólo de un extraordinario montaje, del brutal personaje magníficamente interpretado por Simmons o del inherente tributo hacia la música (que no a sus profesores precisamente) rendido a través de sus fotogramas, sino de la forma en que todos ellos se conjuntan para brindar una obra de la que es imposible despegar la vista un solo instante. Una cinta para cargarse de adrenalina por los cuatro costados. Imposible hoy en día no seguir tarareando el tema central de este notable film.

3 — El año más violento (J.C. Chandor)

El tercer cajón del podio lo copa una de las películas norteamericanas más injustamente olvidadas en la temporada de premios. J.C. Chandor, que ya retrató muy hábilmente los orígenes de la infausta crisis económica actual, se lanza a narrar una historia de crimen y corrupción en la Nueva York de los 80. De la mano de dos de los actores más en forma como son Oscar Isaac y la deslumbrante Jessica Chastain logra urdir una trama hilada hasta la extenuación e impregnada de una fabulosa negrura, repleta de escenas desasosegantes. Una película cuyo único pecado es dejar con ganas de más.

2 — Red Army. La guerra fría sobre el hielo (Gabe Polsky)

Tal y como sucede con la NBA, los europeos tenemos la desgracia de no poder disfrutar de la NHL a no ser que renunciemos a muchas horas de sueño o veamos los partidos en diferido. Por este motivo, es todavía más gratificante asistir al visionado de documentales como este que dirige Gabe Polsky, una magnífica crónica sobre cómo auténticas estrellas del hockey sobre hielo llegaron a formar parte del equipo nacional soviético y, posteriormente, emigraron a la liga norteamericana. Liberada de toda pretensión de manipular conciencias, Red Army se alza como una pieza cinematográfica inmejorable sobre esta temática, una verdadera gozada para los que somos amantes del deporte en general.

1 — Phoenix (Christian Petzold)

La secuencia final más maravillosa de lo que llevamos de década clausura esta obra de Christian Petzold que se ha ganado a pulso estar en lo alto del top. Phoenix no es otra película más sobre las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, ni tampoco es otro alegato gratuito por parte de aquellos que más sufrieron las atrocidades nazis. La dulce sutileza con la que el cineasta alemán retrata cada plano va pareja a la forma tan íntima que posee para hilar una historia que consigue mantener un ritmo in crescendo sin que ello impida paladear cada uno de sus fotogramas. Hay quien ve en esta cinta resonancias de Hitchcock y de otros grandes cineastas. Yo, por encima de todo, veo a un director alemán en plena forma. Pero cualquier palabra que siga añadiendo a este texto será puro adorno. Véanla. Aunque sólo sea por Speak Low.

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