Extrasístole (Alice Douard)

De enigmático título y no menos enigmática sinopsis, Extrasístole es un mediometraje de la directora Alice Douard que centra su punto de vista en Raphaëlle, alumna de una «prépa» literaria que ve cómo su vida da un vuelco al conocer a Adèle Auch, una nueva profesora de Literatura que presenta un método de enseñanza alternativo, basado en intentar exprimir la creatividad e implicación de sus alumnos. Adèle es una mujer joven, atractiva y segura de sí misma que proyecta una imagen de la que Raphaëlle queda encandilada. Su interés por ella crece al tiempo que se despega de su novio, con quien mantiene una frustrada relación a distancia, y de su mejor amiga, al punto de enamorarse finalmente de su profesora e interpretar su relación con ella de forma equivocada.

Extrasístole

Una dirección sobria, aunque no por ello carente de calidad ni mérito, da vida a una historia sencilla y cotidiana que, pese a no contar nada nuevo, logra mantener el interés con un desarrollo narrativo hábilmente gestionado en ese sentido. La actuación de Mathilde Poymiro es la gran baza del mediometraje, su expresiva mirada capta y transmite las emociones inherentes a un proceso que en cierto modo podría interpretarse como un descubrimiento personal. La réplica de Laetitia Dosch como Adèle destaca asimismo al construir un personaje de matices, que Raphaëlle no percibe o trata de ignorar, pero que están presentes en su relación con los demás alumnos.

Con todo y pese a su solidez global, el resultado final da la impresión de conformar un proyecto poco ambicioso, desaprovechando un contexto al que se podría haber sacado mucho más jugo de habérsele dedicado más tiempo de enfoque narrativo. Extrasístole contiene en su historia una complejidad argumental y emocional a la que el escaso metraje no hace justicia en absoluto, pasando por ello muy de puntillas en temas que requerirían más atención por parte de la narración; entre ellos la relación de Raphaëlle con esa mejor amiga que se resiente al dar prioridad a su nuevo descubrimiento en Adèle, tratada en base a escenas inconexas que sacrifican el énfasis en favor de la síntesis. A pesar de todo la falta de elocuencia no supone ningún problema en esta obra, más bien al contrario; lo cual acentúa el problema de ejecución que no permite alcanzar una mayor compenetración con la historia a pesar de dejar claros tanto sus mecanismos como su mensaje.

Extrasístole

La sensación final que deja Extrasístole es la de haber presenciado un trabajo encomiable y lúcido que sabe perfectamente qué es lo que quiere contar y sabe cómo contarlo de manera clara y concisa, pero que carece de la habilidad para sacar todo el partido a su potencial expresivo. Se queda en un puñado de buenas ideas, que conforman una valiosa reflexión sobre la forma en que la atracción hacia otra persona puede servir de recipiente para proyectar en ella unas necesidades emocionales concretas, y al mismo tiempo integrarse en la vida cotidiana, afectando e incluso haciendo peligrar las relaciones establecidas.

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