Dreyer y la crítica social: La autoridad doméstica, el poder y la sumisión.
Este 2025 se cumple el centenario del estreno de El amo de casa (Du skal aere din hustru) del gran maestro danés Carl Theodor Dreyer. Esta adaptación de una obra teatral de Svend Rindon, nos cuenta la historia de la conversión de un hombre con una actitud despótica sobre su esposa e hijos.
Nos encontramos ante un film muy original, no tanto por su estética o forma narrativa, sino sobre todo por la priorización de un mensaje muy vigente y que queda aún más claro si atendemos a la literalidad de un título cuya traducción exacta sería “Debes honrar a tu esposa”. Esta película nos muestra la cotidianeidad de un ama de casa tiranizada por un marido cruel. Pero tras un punto de inflexión en el que la esposa abandona el hogar, se inicia un proceso de reeducación y conversión que pone el foco en el esencial papel de la mujer, del ama de casa, como centro sobre el que se sustenta la vida familiar, y la necesidad de que el marido se comporte y reconozca tan trascendental labor, a través de la ayuda y el respeto. En definitiva, una historia con un claro mensaje moralizante y reivindicativo en favor de las mujeres.
Protagonizada por Johannes Meyer, con Astrid Holm como esposa y Mathilde Nielsen como la vieja niñera de la mujer que tiene la labor de reconducir al hombre, la trama se sustenta principalmente en el proceso de cambio o regeneración en la conducta del marido tras la marcha de su esposa del hogar y, en su ausencia, hacerle ver el trabajo y sacrificio que conllevan todos los asuntos domésticos, para que este acabe por reconocer en plenitud la labor de su mujer, y vuelvan esencialmente a lo que es la base de un matrimonio, dos personas que se quieren y se respetan.
Un film muy teatral, que se desarrolla casi en exclusiva entre las paredes de la vivienda familiar, en el que Dreyer, habitualmente algo más profundo y existencial, aborda aquí un tema más cotidiano de reivindicación social en favor de la igualdad de la mujer y de empoderamiento frente a la resignación. Algo que probablemente haya desplazado esta obra a un lugar más secundario frente a otras de la filmografía de su autor. Aunque en su época tuvo un gran éxito y relevancia, incluso a nivel internacional.
Quizás podamos poner en su debe que el proceso de conversión o regeneración del esposo se nos presenta de forma demasiado sobrevenida, sin apenas resistencia, lo que repercute negativamente en la tensión de una trama que parece predestinada a un final y un desarrollo demasiado evidentes para un espectador capaz de predecir lo que va a ocurrir en cada momento. Pero en cualquier caso, sin tener la trascendencia de otras películas de la filmografía de su autor, sí que creo que es una pieza interesante, muy original por lo que cuenta, solventemente realizada e interpretada, que mantiene un ritmo que hace que la sigas con interés y en la que destaca la evolución de los personajes y los matices que poco a poco hacen cambiar al protagonista y la relación con su entorno.
Un ejemplo de cine como denuncia y forma de cuestionamiento de convenciones y reglas sociales asentadas.