L’Heritage (Michaël Terraz)

El joven cineasta francés Michaël Terraz se ha dado a conocer en el Nocturna Film Fest de Madrid con L’Heritage, un corto que da un toque técnico moderno a algunos argumentos de la fantasía clásica.

La historia nos habla de un pintor incapaz de superar la muerte de su esposa que hereda un antiguo castillo misterioso. Con sus hijas, Camille y Meline se dirige al mismo, al que llega en una noche tormentosa. Una vieja ama de llaves les guiará por la antigua mansión, decorada con estrafalarios cuadros en las paredes. Augustin, el protagonista, acusando el insomnio, pinta a sus hijas mientras duermen. Y al amanecer una de ellas ha desaparecido, pero aparece una joven y bella mujer.

Por supuesto, la clave está en las pinturas, en los lienzos, como esas historias clásicas del gótico clásico y del género fantástico en la que el alma del individuo puede quedar atrapada en los trazos de los artistas (El retrato de Dorian Gray, El retrato oval, El extraño caso de Charles Dexter Ward) Asimismo, la vieja hechicera que trata de recuperar su juventud robándoselo a las muchachas jóvenes también es un tema tratado en muchos cuentos de los Hermanos Grimm, por ejemplo. Terraz resucita así los patrones clásicos de la literatura fantástica dándoles un nuevo tratamiento.

Y es que los recursos audiovisuales que muestra el director galo en apenas quince minutos parecen ilimitados. Un despliegue de atmósfera, imágenes generadas por ordenador, apariencia clásica y animación que muestran todo el potencial artístico de su creador.

Sin duda, gusta y entretiene. Reinventa, aporta algo distinto. Quizá peque de la juventud de Terraz, pues lo que le falta en ciertos aspectos (Introducción demasiado larga e insustancial, poco desarrollo de algunas fases de la historia) le sobra en otros (Aparición de elementos fantásticos, intriga, resolución onírica)

En cualquier caso, no deja de ser un homenaje a la fantasía clásica y a la película francesa de los Babluani que lleva el mismo título y que parte de la misma premisa de la casa heredada. Y Terraz no deja de ser un joven artista que quiere deleitar a su público demostrando todo su arsenal de recursos, todo lo que puede y sabe hacer para ofrecernos su arte. Se trata de una primera obra interesante y simpática, que se nos queda en la memoria y nos hace esperar entusiasmados futuros trabajos de quien entra con tan buen pie en el mundillo.

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