The Things You Kill (Alireza Khatami)

Algo dinamita el día a día de Ali cuando, tras un (presuntamente) repentino accidente, su madre fallezca. De fondo, una figura paterna cortante y subyugante que no cede ni un milímetro de su terreno. Un individuo del cual el cineasta no necesita trazar grandes rasgos, y es que basta con un par de planos para conocer el alcance y dimensión de cada gesto y cada palabra sobre esa familia cuyo legado se extiende en torno a varios hermanos.

En el epicentro de la acción, Ali intenta buscar respuestas a una pregunta que, ante todo, parece estructural, y que se extiende de modos mucho más complejos de lo que se podría suponer. De hecho, Alireza Khatami tampoco arroja resolución alguna; más bien diluye cada posible causa (y consecuencia) sobre una huida, una deriva, que es la que emprende el protagonista. Un personaje que se escuda en la mentira para no tener que afrontar la realidad, y que encuentra remanso en unas tierras a las afueras de la ciudad, donde pasa horas y horas con la excusa de poder hacer de esa parcela un terreno fértil. Esa verdad a medias, sobre la que Ali trabaja, se transforma así en el modo idóneo de evadir sus problemas tanto familiares como de pareja.

The Things You Kill se establece desde lo dramático derivando en un thriller pastoso, ciertamente inquietante, con fugas en torno a un fantástico que bien podría rememorar el cine de Kiyoshi Kurosawa —en ese desdoblamiento que sugiere el director—. De ritmo pausado pero concienzudo, sabiendo manejar las constantes de los distintos géneros que orbita a medida que avanza, estamos ante un film en cierto modo laberíntico, más por como constriñe el drama y lo despliega en sus distintos escenarios, que por la ruptura ejercida en torno a ese desvío que bordea lo irreal.

El dolor, la culpa, e incluso una violencia establecida de forma profunda, se cruzan en el camino de un personaje que, siendo consciente de la situación que debe afrontar, no resulta ni mucho menos amable o honesto, llegando a ser en ocasiones el espejo de aquello que busca denunciar. Khatami se enfrenta así a una escritura áspera, que huye de cualquier atisbo de complacencia y consigue otorgar las dobleces necesarias al relato. Porque en su obra no hay tantos claros y oscuros como pudiera parecer: entre unos y otros, asoman vicios, convicciones anquilosadas en las raíces de la sociedad que todo pervierten y una mirada transversal donde si bien puede haber víctimas y verdugos, todo se entremezcla a través de una ambivalencia donde prevalecen los intereses e inclinaciones personales.

La densidad de su dispositivo narrativo dota a esta dialéctica de un manifiesto calado, y aunque a ratos el cineasta iraní parezca más ensimismado con un aparato formal que destaca por lo enigmático del mismo y por el modo en que maneja la tensión, The Things You Kill sobresale por la convicción con que aborda sus ejes centrales.

Alireza Khatami no elude pues las posibilidades que aporta su revestimiento genérico, potenciando el conjunto mediante una cuidada puesta en escena y una labor visual que aporta tanto una (por momentos) misteriosa atmósfera como cierta capacidad de evocación. El sombrío pasaje que emerge como inicio —y, consecuentemente, fin— del relato, teñido por un halo ilusorio, dota de una irrealidad que matiza un recorrido cuyos estímulos van más allá de su discursiva permitiendo un diálogo que sin duda alimenta y favorece la reflexión posterior.

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