The Siege at Thorn High (Joko Anwar)

Los disturbios producidos en Indonesia a finales de los años 90 en la llamada Tragedia de 1998 sirven como telón de fondo del nuevo trabajo de Joko Anwar, que para la ocasión abandona el horror sobrenatural para sumergirnos en un thriller que aborda sin concesiones los distintos aspectos del film. De este modo, el cineasta indonesio se aproxima a la explosión violenta surgida a raíz del sentimiento anti-chino que se daría en forma de persecución durante los disturbios, siendo parte señalada de la población debido a la presencia de un nacionalismo exacerbado y la creencia de que dicho sector ejercía un cierto control hacía la economía.

The Siege at Thorn High nos pone tras los pasos de Edwin, un chino-indonesio que, tras vivir aquellos acontecimientos, iniciará su etapa en un colegio para delincuentes. El cineasta despliega en este primer segmento un thriller que parece ir en la línea de aquellos que tanto renombre obtuvieron en los 90 a raíz de títulos como El sustitutoEl rector. Anwar desplaza así el aspecto político-social, privilegiando el desarrollo de un cine de género que irá mutando durante el transcurso del relato. No es que el cineasta haga desaparecer ni mucho menos una disyuntiva que, a fin de cuentas, marcará el transcurso de los acontecimientos. En Edwin encontramos una mirada concienciada para con su labor, e incluso surge algún que otro episodio desde el que seguir otorgando relieve a ese conflicto pasado desde el presente, pero todo muy de puntillas, de modo un tanto superficial.

Queda claro, pues, que el nuevo trabajo del autor de obras como Grave Torture se enfoca más bien en una búsqueda por alimentar esa pulsión genérica que siempre se ha dado cita en su obra. Algo que logra transmitir imprimiendo la tensión y crudeza necesaria al film durante su avance, y que si bien en ocasiones genera una extraña ruptura tonal —como con ese empleo tan descarnado de la violencia llegados a determinado punto— deja muy claras sus intenciones en este aspecto. Puede que The Siege at Thorn High no siempre funcione del mejor modo, en especial debido a una cohesión narrativa no demasiado lograda y al desaprovechamiento de algunos de los temas subyacentes en la historia, aunque no por ello se resiente durante un trayecto capaz de reformular sus constantes con perseverancia.

Joko Anwar piensa y ejecuta un ejercicio que se reconstituye sobre la base de un thriller destemplado: en primer lugar desde los enfrentamientos que sostendrá el protagonista con uno de sus alumnos; más adelante transformándose en una suerte de émulo del Asalto a la comisaría del distrito 13 de John Carpenter, aunque sin su fiereza y su vigor —por más que lo intente camuflar exhibiendo una brutalidad que si bien conjuga a la perfección con el thriller asiático moderno, no se siente del todo integrada en el film—; para culminar en un estallido de acción que rehúye cualquier tipo de estilización.

Es posible que su estrechez de miras en cuanto a la elaboración de una propuesta que no se salga de unos márgenes autoimpuestos y no indague en su trasfondo juegue en su contra. Pero bien es cierto que el indonesio esclarece desde un principio cuáles serán los lindes de la misma. La cabra, como se suele decir, tira al monte, y Joko Anwar continúa, como tantos otros coetáneos suyos, volviendo sobre la huella de un pasado que permanece indeleble, y que encuentra en el horror la forma de matizar un trauma del que el espectador encuentra más detalles que motivos. Una forma, en definitiva, como cualquier otra, de continuar exorcizando aquello que uno quiere dejar atrás pero le persigue indefectiblemente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *