Tú eres el siguiente (Adam Wingard)

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Corren buenos —por no decir fantásticos— tiempos para el cine de terror. El, por norma general, ninguneado género está experimentando un reciente resurgimiento gracias a un nuevo colectivo de realizadores que, mediante pasión, talento y amor por el horror cinematográfico, logran hacer las delicias de los paladares más exigentes a la hora de pasarlo mal en una sala de cine. Este renacer viene ligado directamente a una renovación de los códigos y cánones del género al nivel de la planteada por Wes Craven a mediados de la década de los noventa con el inicio de la saga Scream. Ejemplos como The House of the Devil, o la reciente The Cabin in the Woods no hacen más que demostrar que el futuro del terror debe ir de la mano de una vuelta de tuerca a lo establecido sin dejar de aludir con estima a los referentes, y Tú eres el siguienteYou’re Nextconsigue tomar el relevo de la cinta apadrinada por Joss Whedon como nuevo estandarte del terror contemporáneo.

Con Tú eres el siguiente, Adam Wingard realiza una nueva incursión en el género con una fusión entre el «slasher» más clásico, el «survival» y las cintas de asalto doméstico en las que el gen del John Carpenter de Asalto al distrito 13 parece estar presente en todo momento. Utilizando todos estos ingredientes, mezclándolos en la cantidad idónea y agitando con una precisión pasmosa, Wingard consigue un cóctel refrescante y altamente estimulante pese a su premisa aparentemente simplona y su trillada propuesta narrativa.

Uno de los grandes aciertos del filme radica en la fusión de tonos que propone y en una ligereza que consigue que el visionado se convierta en un paseo en el que el tiempo transcurrido es prácticamente imperceptible. La negrísima sátira familiar y los estrambóticos personajes aportan a Tú eres el siguiente una inusitada comicidad que le sienta a las mil maravillas, especialmente una vez combinada con el festival de muerte y mutilaciones varias que va hilando el desarrollo de la trama una vez finaliza el primer acto de la cinta.

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La violencia que exhibe Tú eres el siguiente resulta ser uno de los escaparates de salvajismo más disparatados y divertidos que se han podido ver en pantalla grande en los últimos años. El genial tour de force que la arrebatadora modelo australiana reconvertida en actriz Sharni Vinson ejecuta en el filme se ve regado en todo momento por litros y litros de hemoglobina, brindando un cruento espectáculo puramente lúdico que recuerda al carácter festivo e hilarante que caracterizó al cine gore desde sus inicios.

Si el filme funciona a la perfección no sólo se debe a su vertiente más ligera. Atendiendo al empleo del lenguaje cinematográfico y a la dosificación de la tensión, Adam Wingard demuestra una pericia pasmosa. Aprovechando esto, el realizador plantea una montaña rusa en la que, en cuestión de segundos, escenas aparentemente distendidas se transforman en pasajes repletos de angustia y nerviosismo que trascienden a la pantalla y revuelven al patio de butacas gracias al espléndido control sobre el tiempo y el dominio que el director y montador posee sobre la cámara.

Su planteamiento puede que no sea gran cosa, y los caminos que recorre puede que sean comunes hasta cierto punto, pero no se puede ignorar el hecho de que, con las variables introducidas en lo preestablecido dentro de los subgéneros que engloba, Tú eres el siguiente consigue poner patas arriba el panorama del terror actual sin dar la espalda a los referentes de los que bebe y honrándolos en todo momento. El resultado de todo esto no es otro que la revolución más notable dentro del género desde el bombazo que fue The Cabin in the Woods. Gracias a su cariz refrescante, violento y salvajemente divertido, mucho tienen que cambiar las cosas para que Tú eres el siguiente no se encuentre entre mi «top 10» de cintas del año.

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Un comentario en «Tú eres el siguiente (Adam Wingard)»

  1. Gracias Víctor por contribuir negativamente en el cine español. Mejor cambiaras de actitud. Las mismas cosas en esta vida se pueden contar de diferente manera, según lo que uno quiera conseguir o piensa. Tu forma de pensar y criticar te delata. Haz un curso de couching. Se positivo y seguro te sigue más gente.
    Un abrazo

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