Entrevista a Guillaume Senez, director de 9 meses (Keeper)

Nos encontramos con Guillaume Senez que nos presenta su primer largometraje, 9 meses (Keeper), un viaje al descubrimiento sexual (y paternal) envuelto en la emoción adolescente.

Últimamente se está dando un acontecimiento que me resulta chocante en cierto sentido. Y es que una serie de cineastas (pongamos por caso Frien Troch con Home en Bélgica, o Alberto Morais con La madre en España, por poner ejemplos que surgen en las cinematografías de nuestras respectivos países) estáis abordando con una energía desorbitada una época como la primera adolescencia que se encuentra en una especie de limbo, de tierra de nadie, y que por lo general está caracterizada por una expresión de fatiga y de aburrimiento. De hecho en alguna imagen o diálogo de la película se deja entrever algún ramalazo que hace alusión a esta sensación de abatimiento que es propia en esa edad. ¿Qué le lleva a dedicarse con esmero a esa franja que va de los 15 a los 17 años, en lugar de dejarse caer en la pereza que esa época representa? Me explico. Los 18 años están bien porque empiezas a orientar tu vida y a tener una cierta libertad estimulante; el inicio de los 20 está mejor aún porque, por norma general, empiezas a tomar decisiones determinantes dentro todavía de cierta ingenuidad ensoñadora, así como también se empieza a experimentar en un campo más amplio de posibilidades. Pero, ¿los quince? ¿por qué los quince?

No es casual que muchos cineastas decidamos tratar el tema de la adolescencia porque es un periodo con muchas emociones y muchísimos matices, muy interesante. Filmar una historia de amor con personas de 60 años habría sido muy difícil porque no lo he vivido y no sabría qué decir. Pero la despreocupación, la locura de los adolescentes, los ideales, la dificultad de la reflexión…es algo que todo el mundo ha vivido y que a todo el mundo le provoca una emoción. Desde el punto de vista de la dramaturgia, encuentro que es muy fuerte filmar como dos personas tan jóvenes se enfrentan a la situación de decidir si tener un hijo. Y eso es algo que provoca mucha empatía y emoción.

La película está construida en torno a planos pulcros, limpios, y de los que se desprende un aire de neutralidad que pueden producir cierta tranquilidad y agrado. ¿Cuál es la causa por la que desarrolla una serie de secuencias que rebasan esta neutralidad y esta mesura de manera momentánea para dar lugar a situaciones que rozan la exageración, la parodia, la mera chanza? Es decir, ante la asepsia y la indiferencia a la que nos habitúa, ¿por qué introduce esos besos tan exageradamente empalagosos, o a ese adolescente comiendo pizza de una manera tan sumamente desagradable?

Cada uno ha vivido una adolescencia de una manera diferente: los hay que han vivido muchas experiencias y los hay que no han vivido casi ninguna. Lo que es interesante es mostrar la montaña rusa que es la adolescencia al nivel de las emociones y de las actitudes que muestran los adolescentes. Es lo que encuentro interesante. Así mismo los actores aportaron muchas cosas. Yo no le dije al amigo de Maxime que comiera así la pizza, sino que fue él quien decidió hacerlo así porque quiso. También los besos fueron así. Quiero remarcar que desde el principio quería que la película fuera lo más colectivo posible, que los actores pusieran de su parte lo máximo posible, y también los técnicos y el resto del equipo.

Siguiendo con los contrastes, pero en otro orden de cosas, la manifestación de dos visiones diferentes sobre la paternidad tiene su clímax en la última conversación entre Maxime y el médico. En ella se hace patente, por un lado, el egoísmo desorbitado e imperdonable que implica la expresión «yo quiero tener un hijo»; en cambio, por el otro lado, se manifiesta la posición que intenta racionalizar un acto tan irracional como es, por mucho que nos queramos engañar, tener un hijo. ¿Qué le motiva a atender a esa superficie de la que brota un regusto de optimismo ingenuo sobre la paternidad y a pasar de la culpa profunda (más allá de los problemas económicos y de diferente índole material) que supone traer al mundo a alguien que no nos ha pedido entrar en este juego?

¿Culpabilidad? (duda) Yo no me siento culpable de haber traído dos niños al mundo. Yo quería remarcar el tema de “quererlo”, poner a Maxime las ganas de tenerlo pero mostrar al mismo tiempo que eso no es suficiente. En el mundo querer una cosa no es suficiente. Desde un punto de vista técnico, en Francia un chaval tiene que mostrar que él es el padre para poder tenerlo, ha de pasar una serie de pruebas muy complicadas, demostrar que puede hacerse cargo… Como director me resultaba especialmente interesante la idea de que quererlo no es suficiente. Intento poner precisamente esta idea en relación con el fútbol, ya que querer ser futbolista de élite, como se ve en la película, no es suficiente.

La caída repentina de los valores no es algo que afecte solamente a los protagonistas adolescentes, sino también a los padres (el caso concreto de la madre de Melanie es el más representativo). ¿Es usted de los que le preocupa esta ausencia de valores, o es de los que acepta que este nihilismo es efectivamente la enfermedad de nuestro siglo y filma en consecuencia con ello?

Sí, me posiciono. Yo defiendo a todo el mundo que aparece en la cinta. Pero no me importa reconocer que, efectivamente, me gusta mucho el personaje de la madre de Melanie, la entiendo perfectamente. En una sala pregunté quién estaba de acuerdo con ella y muy poca gente levantó la mano. Fue un 20 o 30 por ciento de la sala la que la levantó. Sobre todo los adolescentes que han visto la película me han dicho que la odian a muerte. Yo como cineasta quería mostrar los dos puntos de vista, me interesaba mostrar a las dos madres. Después, es cierto que el espectáculo pertenece al espectador, de manera que la reflexión no está en la película, sino en lo que a través de la emoción que la película transmite siente cada uno.

Última pregunta y de manera meramente protocolaria, ¿tiene algún proyecto concreto en mente? ¿Seguirá alguna línea abordada en 9 meses?

Encuentro tan complejo el personaje de la madre de Melanie y me gusta tanto que he pensado hacer una película sobre ella, en plan dentro de 10 años ver qué había pasado con ella, cómo lo vivió. Pero he terminado por irme a otros proyectos.

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