El hijo del otro (Lorraine Lévy)

El perenne conflicto entre Palestina e Israel escribe una nueva página en el cine con El hijo del otro, película dirigida y co-escrita por la francesa Lorraine Lévy, y cuya historia comienza con un episodio tan fatal como es el intercambio fortuito de dos bebés recién nacidos. En este caso, el problema se acrecenta al tener en cuenta que el hijo de israelíes va a parar a la familia palestina y viceversa. Es fácil imaginar la reacción que mostrarán ambos descendientes al enterarse de quiénes son realmente sus verdaderos padres.

La película dirige su foco de atención al tema del prejuicio. No descubriremos nada al afirmar que ésa es una de las principales causas de que se haya llegado tan lejos en este conflicto. Aquí la diatriba está clara: para los padres, es inconcebible que su hijo haya sido criado por “los otros”. Para el hijo, un sentimiento de ligera repugnancia se apodera de su alma al conocer que en realidad lleva la sangre de aquellos a quienes siempre ha odiado.

Hijotro01

Pese a su origen judío, que le podría conferir una autoridad especial a la hora de juzgar esta disputa, Levy no apuesta por señalar a un bando u otro como responsables de conflicto, sino que elude responsabilidades y atribuye a ambas partes su porción de culpa. La ausencia de implicación ideológica es una constante durante los 105 minutos de cinta, prácticamente no podemos distinguir mensajes partidistas en los diálogos. Habrá quien opine que la neutralidad en este sentido es una manera de dar soporte al bando israelí, pero ese ya es otro tema.

En este caso, el huir de cualquier tipo de polémica ha servido para cosechar una película amable, que nos acerca al lado humano del conflicto, que critica duramente los prejuicios extremos que unos y otros se forman sobre sus rivales y que anima a poner freno a esta lucha que ya dura demasiado tiempo. Sin embargo, al ser tan poco transgresora también desprende una sensación excesivamente buenrollista, la película cae en un dramatismo recurrente que termina empobreciendo bastante lo que quiere transmitir. Pretende quedar bien con todo el mundo y dar la sensación de que este conflicto puede llegar a tener un final feliz si cada uno pone de su parte, lo cual desgraciadamente pertenece más al terreno de la utopía que de la realidad. He ahí el problema, la presunción de bondad que realiza sobre prácticamente todos los personajes de la película, que de tanto evolucionar al final resultan casi caricaturas de sí mismos.

Hijotro02

Dejando de lado lo frágil de su mensaje, lo cierto es que El hijo del otro se acaba antes de lo que imaginamos. En efecto, la película engancha desde el principio y, bien para conocer un poco más sobre la zona, bien porque la trama está narrada de manera bastante ágil, mantiene el interés hasta el final. Mérito no sólo de los que están detrás de las cámaras, sino también de un reparto que convence en la caracterización de sus respectivos personajes. Al frente se encuentra la ya veterana actriz Emmanuelle Devos, bastante poco conocida fuera de Francia (de hecho, ha tardado bastante en ser reclamada para protagonizar una película estadounidense, lo que hará con The Geography of Hope en 2015) pero cuyo rendimiento en el país galo ha sido bastante fructífero, tanto en el plano cuantitativo como cualitativo. Ella, junto por supuesto a la directora Levy, es la cabeza visible de un proyecto que, más allá de sus cualidades cinematográficas, comparte a través de la pantalla algo que sentimos casi todos los seres humanos, y es que 70 años son demasiados para un conflicto que ya se ha cobrado demasiadas vidas.

Hijotro03

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *